TERCER CHACRA: AUTOESTIMA Y PODER PERSONAL
El tercer chacra está ubicado anatómicamente a la altura del estómago. Su color representativo es el amarillo y está directamente relacionado con nuestra autoestima y poder personal.
Cuando este chacra está en equilibrio significa que estoy en mi centro, a gusto conmigo y con lo que soy, me muestro sin miedo y no necesito colocarme ni por debajo ni por encima de los demás. Cuando esto es así, se verá reflejado también en mi postura, de forma que mi cabeza y mi tronco van a estar alineados, mi espalda se mostrará recta de forma natural permitiendo que mis hombros y mi pecho se abran y que la zona de la garganta esté libre, lo cual hará que mi voz transmita y se exprese con seguridad.
Si por el contrario, me cuesta confiar en mí y en mis capacidades, tiendo siempre a compararme con los demás y me cuesta mucho mostrarme tal y como soy, suele ser indicativo de bloqueo o desequilibrio a este nivel.
Cuando esto es así, se puede manifestar posturalmente de dos formas diferentes. Una es queriendo mostrarse y colocarse por encima de los demás que es cuando la persona va sacando pecho en exceso y de forma antinatural y la otra sería la típica postura en la que la persona se cierra sobre sí misma, encogiéndose desde el estómago, cerrando los hombros y bajando la cabeza. Ambas posturas son muy diferentes pero esconden un mismo sentimiento de inferioridad.
En cualquiera de los dos casos, cuando necesito compararme con los demás para medir mi valor siempre voy a perder, primero porque no me permito de ser yo misma ni mostrarme cómo soy en realidad y segundo porque eso va a hacer que me aleje de mi propio poder.
Todo esto, a nivel práctico en la vida me puede llevar, por un lado, a ser una persona con falta de decisión e iniciativa, con dificultad para llevar a cabo o materializar mis proyectos, para dar mi opinión o tender a actitudes victimistas y por otro lado, a modo de compensación, puede ser que se manifieste en una alta exigencia y perfeccionismo, en cargarse en exceso con tareas o responsabilidades, estar constantemente haciendo cosas y necesitar siempre ser vistos y validados por los demás.
En ambos casos, lo que hay detrás de esa actitud será un mismo sentimiento de inferioridad o falta de valoración personal.
A nivel físico, por supuesto, también va a tener sus consecuencias y las formas más habituales de manifestarse serán con problemas de estómago y del sistema digestivo en general pero también va a estar muy relacionado con muchos problemas tensionales de cuello y de la zona lumbar. En el caso del cuello porque voy a requerir un esfuerzo extra de esta musculatura para mantener la mirada al frente ante una postura mantenida de encogimiento o cierre del tercer chacra y en la zona lumbar, porque esta misma postura me lleva a mantener en tensión el músculo diafragma cuyas inserciones posteriores se sitúan en las primeras vértebras lumbares.
¿Cómo podemos trabajarlo?
1. Prestar atención a dónde ponemos nuestro valor y ser conscientes de que valemos por lo que somos, no por lo que hacemos, lo que tenemos o el aspecto que tengamos. Recordar que sólo por el hecho de existir todos somos igual de valiosos.
2. Observar si tendemos a compararnos con los demás y necesitamos la mirada y el reconocimiento externos para sentir que valemos. Recuerda que lo que admiras en los demás también está en ti y si empiezas a cultivar la admiración en lugar de la envidia y la comparación, vas a hacerlo crecer en ti. A partir de ahora, compárate sólo contigo y trata simplemente de ser tu mejor versión.
3. Trabajar la voluntad de forma consciente. Transforma el “no puedo” en “voy a hacerlo”. Cualquier logro que consigas a este nivel va a hacer que se agrande la energía en tu tercer chacra y te acercará más a tu mejor versión. Por ejemplo, si te cuesta mucho hacer ejercicio pero sabes que te sienta bien y te ayuda a estar mejor, trabaja tu voluntad para ser constante. Esto te ayudará también a llevar esa fuerza y determinación a otras áreas de tu vida.
4. Rebajar la exigencia contigo, Valora tus logros y aprende de tus errores. Aprende a ser más justa contigo.
5. Realiza de forma diaria alguna práctica postural o estiramiento que te ayude a alinear tu espalda y cuello y te permita abrir la cadena muscular anterior.
6. Atrévete a mostrarte, mostrar tus opiniones y tus ideas y dale menos importancia a lo que los demás puedan pensar. Recuerda que siempre va a haber quien piense diferente a ti, a quien no le guste lo que haces o cómo lo haces, pero en ningún caso, eso va a restarte valor. No se puede gustar ni agradar a todo el mundo, eso sólo te llevará a que te pierdas a ti misma o misma en el camino.
7. Utiliza el color amarillo en tu ropa o complementos como refuerzo de esta energía.